21K Protagonistas

Carlos Vidal: “Fue un día soñado”

Los 21K de Buenos Aires 2019 serán inolvidables para el atleta puntano, quién congeló el reloj en 1h09m15s (neto: 1h09m09s). Es la mejor marca del ranking permanente de la Federación Atlética Sanluiseña (FAS) en Media Maratón.  

“Estoy mucho más tranquilo, feliz, contento, no sé qué decirte. Hasta antes de la carrera estaba muy nervioso, era una muy importante para mí. Dejé todo, no me quedó nada. Veía fotos en la llegada y estaba acalambrado pero con una enorme sonrisa”, las palabras son de Carlos Vidal, al día siguiente de haber logrado una marca histórica para el atletismo puntano. El domingo corrió los 21K de Buenos Aires, largó entre los elite, logró un tiempazo y terminó 29º en la general de la carrera, entre más de 18.000 atletas.

Según el ranking permanente de la Federación Atlética Sanluiseña (que comenzó a realizarse en 2017), Carlos Vidal deja atrás el registro de Pedro Barroso (1h10m35) en La Pedrera, el 30/04/2017. De todas maneras, “Carlitos”, como le dicen en la familia, tenía otro tiempo en la cabeza, “Había un registro de Sebastián Balmaceda de 1h09m34s en Pampa Traviesa hace un par de años atrás”.

¿Fue tal como la planeaste?

– Íba a buscar 1h10’, era lo que habíamos hablado con mi entrenador Jorge Basiricó que podíamos lograr. Pero superamos la expectativa. Así que fue mejor de lo imaginado. De entrada era increíble estar en el sector élite, al lado de atletas internacionales que corren hace mucho, que tienen experiencia, eso fue  impactante. Yo hace siete años que corro así que para mí eso ya era un logro pero también un desafío.

“Era como que tenía un peso encima. Sabía que debía que hacer una buena marca. Y la logré. Ahora este registro me abre puertas a la elite “A” nacional”.

Ya en carrera, ¿cómo manejaste el ritmo?

– Desde el primer kilómetro me sentí muy bien. Salí a 3m15s y mi entrenador me había dicho que lo hiciera a 3m18s. Empezaron a pasar lo kilómetros y seguía con buenas sensaciones así que mantuve el paso. Tras los 10K pensé que podía lograr algo importante porque el promedio que íbamos a buscar era 3m20s. Así que tenía margen. Sabía que si no me pasaba nada malo, como acalambrarme o algún malestar estomacal, podía bajar la 1h10m. En el kilómetro 18 empecé a sentir cansancio y parecía que se venían calambres en los gemelos pero seguí. Hasta que en el último kilómetro corrí con el corazón para lograr el mejor tiempo posible.

¿En qué pensaste cuando cruzaste la meta?

– En muchas cosas. Antes de la llegada, durante la carrera, en un momento cuando la cabeza empezó a flaquear, empecé a pensar en todo lo que hice para estar ahí, en los días que no tenía ganas de entrenar, que llegaba cansado del trabajo y salía lo mismo. Fue un día soñado porque este año no ha sido tan bueno para mí. Fue complicado porque en un momento me quedé sin trabajo, también salí de una lesión en donde me había desgarrado el isquiotibial. Cruzé la meta y pensé en mi familia, en mi entrenador que cuando la cosa no estaba bien desde lo económico me ayudó sin pedir nada a cambio. Es inexplicable la felicidad que sentí al momento de ver el cronometro en la llegada.

“Cuando llegué recuerdo que me agarré la cabeza porque no lo podía creer. Fue un instante inolvidable”

Y ahora, tras este logro, ¿que se viene?

– Primero, a tratar de recuperarme porque llegué bastante dolorido. Este domingo corro en Juana Koslay, en mi ciudad. Y después, de acuerdo a lo que veamos con mi entrenador, la idea es recuperarnos e ir a competir en Rosario el 21 de septiembre para tirar 5.000 metros e intentar bajar mi marca.

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