Los merlinos Franco Espeche y Daniela Medina ganaron los 25K del “Calaguala Desafío Extremo”. Él compartió el primer lugar con Álvaro Lépore; y ella triunfó con amplia ventaja.
(17 de febrero de 2022). /// Foto principal: Daniela Medina (Gentileza 3AF Fotografía).
Los “traileros” de Villa de Merlo, Franco Espeche y Daniela Medina, coincidieron en algo. Ser locales es una mezcla de sensaciones en la previa: por un lado la ventaja de conocer el lugar y saber manejar los momentos; pero por otra parte siempre está esa presión que uno mismo se pone por correr en casa, ante toda su gente. Pero sacaron a relucir sus condiciones y se quedaron con la victoria de la general 25K en caballeros y damas, respectivamente.
“Estoy sumamente contenta por la alegría que me di de haber ganado en casa. Correr de local es un plus a favor pero también en contra. Conoces los senderos; esta vez conocía gran parte del circuito y eso me sirvió. Y en contra los nervios pero lo supe administrar muy bien”, dijo Medina, que ganó de punta a punta y completó la prueba en 3h46m49s.
“Largamos trepando y en los primeros dos kilómetros empecé a hacer diferencia con el resto de las corredoras; y pude mantenerla de principio a fin. Por supuesto, aún dura la emoción y alegría de ganar en casa”, subrayó Daniela, quién fue Revelación de Trail Run en los Premios San Luis Run 2021.
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Álvaro Lepore y Franco Espeche.
(Foto: 3AF Fotografía).
Por su parte, Franco Espeche compartió la victoria con el villamercedino Lépore, compañero del Team Esteban Las Peñas. “Al circuito lo había hecho una sola vez caminando; pero el 70% del recorrido no lo conocía en carrera. En una bajada fue todo nuevo, incluso faltaban un par de marcas y fue complicado ubicarse pero seguimos el sendero y salimos bien”, contó “Pitu”, tal como todos conocen a Franco, quién terminó en 2h43m22s.
“Con Álvaro corrimos de principio a fin, tirando juntos. Incluso nos habíamos juntado para entrenar acá en Merlo. También por eso decidimos llegar juntos al arco. La diferencia con el resto la hicimos cuando llegamos al 3K. Después ya fuimos muy solos aunque veíamos a Juan Manzano, que venía acercándose, por lo que mantuvimos el ritmo sabiendo su jerarquía y que podía acercarse. Al filo lo hicimos muy rápido y en la bajada la hicimos más tranquilos; solo en el final apretamos de nuevo porque se podía”, describió el merlino.
“Correr de local genera cierta presión de querer andar bien porque está toda la gente de uno. En mi caso la re disfruté, llegué bastante entero al final. Ahora a pensar en las próximas carreras: Champa Ultra Race y Run Altas Cumbres”, concluyó.
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