Mi Carrera

El mejor premio estaba al cruzar la meta

Por Karen Bravo.

Viví tres años y medio en Suiza, y me volví a la Argentina en 2018. Como el papá de mi hijo vive allá, lo llevamos a visitarlo hace unas semanas. Vi que estaba la “Winterthur Frauenlauf”, una carrera de mujeres que siempre quise correr. Esta vez se daba la posibilidad de participar, mi mamá me incentivó para anotarme y me inscribí en 10K.

La competencia fue el 23 de junio en una localidad del cantón de Zurich llamada Winterthur. Yo viajé unos diez días antes y en la previa, Luisa Páez y Mario Rosales, mis entrenadores en la Agrupación “Los Linces” me enviaban los entrenamientos para llegar de la mejor manera.

Karen Bravo en el momento previo a la largada.

El día de la carrera, mi madre, a las 4 de la mañana (hora argentina), me mandó un mensaje alentándome. Mis hermanos también estaban al tanto, lo mismo que los profes, que estuvieron re atentos en todo momento. Cientos de mujeres estábamos listas para correr la 6ª edición de la prueba, que además tenía otras distancias. Todas, con una remera bordó que en la espalda decía en alemán: “Sin mujeres nada camina/funciona”.

Largamos. Al principio corrimos por la parte antigua de la ciudad, después salimos por la zona del río y también transitamos por un sector en donde pasaba como un subte. La carrera tenía sectores de falso llano, con subidas y bajadas, que no me las esperaba, sobre todo cuando recorrimos los alrededores de la localidad por caminos de ripio.

“Sin mujeres nada camina/funciona”, el mensaje en la remera de la carrera.

Hasta el tercer kilómetro me costó bastante entrar en ritmo. Después mejoré y en el último kilómetro lo di todo. Había muchas latinas así que nos alentábamos constantemente; pero un detalle que me marcó fue una chica que me dijo que “no podía más” en alemán. Y yo la alenté (aprendí el idioma cuando viví allá) y terminamos la carrera juntas. Eso me hizo acordar mucho a “Los Linces”, en donde nos alentamos continuamente en los entrenamientos. Eso te lo enseña estar en una agrupación, antes por ahí no lo hubiese hecho.

El resultado fue mejor de lo esperado: mi tiempo fue 52’53” y quedé octava en mi categoría (20 a 24 años) así que terminé muy feliz. De todas maneras, al cruzar la meta estaba mi hijo Nicandro esperándome…y ese fue el mejor premio.

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