Mi Carrera Trail Run

“Fue una carrera extrema y eso me encantó”

Por Gonzalo Golinowski.

Desde el momento en que me inscribí imaginé una y otra vez como sería correr 80K “Del Mar a la Cima” en Santa Marta, Colombia. Largamos a la hora 0 del último domingo 1º de diciembre.  Hicimos 7 kilómetros por playa del Caribe que se hizo rápido. En un momento cruzamos un puente peatonal y ahí empezó la subida. Fueron 33 kilómetros de ascenso hasta el Cerro Kennedy; con el ingrediente que en los últimos 5 kilómetros tuvimos literalmente una pared. Íbamos apoyando las manos, arrastrándonos. El kilómetro me dio 27 o 28 minutos aproximadamente, una locura. Casi toda la noche corrí solo, en el medio de la nada. Para colmo no había luna así que no sabías lo que pisabas.

“El calor no fue tanto, hubo entre 33º o 34º, que de una u otra manera se pasan. El tema es la humedad, apenas largamos ya tenía la ropa empapada. Es tremendo, te sofoca, te saca el aire”.

Después empezó la bajada, en donde tampoco se podía correr. En total habré corrido un 30% de la carrera. O escalabas en ascenso o te agarrabas de los árboles para no caerte en el descenso. Pasando el kilómetros 60 más o menos, me patiné en el barro y me pegué con una rama en el tobillo y la rodilla así que continué con mucho dolor.

En cuanto a los puestos de abastecimiento eran muchísimos y estaban exactamente en donde informaron en la previa. Eso me encantó. El tema fue que la bebida no estaba fría porque ellos están acostumbrado a tomar todo natural. Había mangos, melones, sandías, mandarinas. En algunos había Coca Cola pero natural y no se podía tomar. También tenían como un jugo de coco que ellos le llaman “hidratante”; y además daban aguapanela, que es jugo de caña de azúcar. Horrible para mi gusto pero era lo único que podía tomar. Eso sí, al no haberlo consumido nunca antes,  me descompuso un poco.

Seguí adelante y cuando ya estaba en la parte final de la competencia, una nueva sorpresa: del kilómetro 73 hasta el 80 aproximadamente había un cerro más para subir y eso fue criminal. Después entre risas le comenté al organizador y le dije, “¿cómo vas a poner ese cerro al final?”;  y me respondió “Es para que no se la olviden nunca”.

La altimetría de la competencia que afrontó el corredor de San Luis.

“Los colombianos son una luz. Uno sabe que son buenísimos en el ciclismo, pero en el Trail también son muy fantásticos. En las subidas era imposible agarrarlos”.

Planeaba hacerla en 13 horas, como mucho, y la hice en 16. Fue durísima, largué en la medianoche y llegué a la tarde. No sé si habrá otra competencia así. Una experiencia inolvidable. Fue una carrera extrema y eso me encantó.

Fotos: Gentileza Gonzalo Golinowski.

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