Mi Carrera

Se corrió con el corazón

Por Carina Jofré

La Maratón de Río de Janeiro. ¿Cómo describirla? La carrera fue en un hermoso día. Comenzó a las 5:30 pero junto a Horacio Oroná -mi pareja- recién pudimos pasar el globo de largada casi veinte minutos después.

Corrí con la bandera argentina como capa y me acompañó a lo largo del recorrido. El marco, increíble: corrés por toda la costa, sumado al amanecer cuando íbamos junto al mar. Primero pasamos por parte del centro, y recorrimos algunos túneles en donde hubo un par de cuestas. Luego, el puerto que está renovado, el Acuario de Río y nos dirigimos hacia Copacabana, Ipanema; y de ahí regresabas a Flamengo, en donde estaba la meta.

Con Horario Oroná, antes de la largada en Flamengo.

La parte más difícil la viví a partir del 33K. Se empezó a complicar por molestias en las rodillas. Se luchó bastante. Sabía que debía tener muy dura la cabeza. Cuando llegué al 36K ya era dolor. Pero me puse en positiva y en ese instante recordé una frase que siempre me decía Ramón Cabrera, que fue con quién empecé a entrenar hace muchos años. Él cuando me acompañaba en esos tramos difíciles de una corrida, decía: “No hay dolor, no hay dolor”. Y esta vez eso fue importante porque a partir de ahí pude levantar un poco el ritmo.

En el 39,5K llegó la sorpresa. Vi una chica que iba con la bandera argentina, era Pierina Zárate, de Quines pero que hace poco vive en San Luis. Encontrarnos ahí, en Río, fue muy fuerte. Ambas nos saludamos, nos dimos ánimo y fuimos juntas hasta el final. La llegada fue impresionante. Nos emocionamos y abrazamos por llegar juntas. Con lágrimas en los ojos porque se corrió con el corazón.

En ese momento uno se acuerda de los afectos, en mi caso de mis cinco hijos; como así también en todo lo que uno deja de lado por esta locura de correr. Y para mí fue importante que Horacio terminara su primer Maratón. Estar ahí y esperar su llegada fue emotivo. Fue muy importante el apoyo mutuo de pareja, como el de toda la familia a la distancia.

Correr en Río de Janeiro fue algo planeado a modo de combinar dos pasiones: correr y viajar, que tiene mucho que ver con nuestra etapa de la vida. Y también significó seguir poniéndose objetivos fuertes y poder concretarlos.

Print Friendly, PDF & Email